- Ley 1 – Nunca eclipses a tu maestro
- Ley 2 – Nunca confíes demasiado en tus amigos, aprendé a usar a tus enemigos
- Ley 3 – Escondé tus intenciones
- Ley 4 – Siempre decí menos de lo necesario
- Ley 5 – Demasiadas cosas dependen de tu Reputación – Protegela con tu vida
- Ley 6 – Llamá la atención a toda costa
- Ley 7 – Hace que otros trabajen por vos
- Ley 8 – Hace que los demás acudan a vos, mentí si es necesario
- Ley 9 – Ganale a los demás con acciones, no palabras
- Ley 38 – Pensá como quieras, pero comportate como los demás
- Ley 11 – Hace que la gente dependa de vos
- Ley 12 – Usa la honestidad y la generosidad a discreción para desarmar a tu víctima
- Ley 10 – Infección: evita a los perdedores y los desdichados
Podes terminar muriendo por culpa de la miseria ajena – los estados emocionales son tan infecciosos como una enfermedad. Podes llegar a sentir que estas ayudando a un hombre ahogándose pero lo que estas haciendo es precipitar tu propia perdición. Los desafortunados a veces causan su propio infortunio; y también pueden causártelo a vos.
Asociate con los felices y afortunados.
El infector posee una inestabilidad interna que termina rebalsando hacia afuera, causando desastre en todo lo que toca. Marie Gilbert (Lola Montez de Irlanda) era una persona así. Lola terminó en el rol de cortesana (prostituta de la corte real). En la sociedad actual podríamos decir que Lola fue una botinera. Solo buscaba hombres con un buen estatus social, los cuales usaba para sus propios fines. En cuanto lograba enganchar alguno de estos hombres, es cuando comenzaba su lenta decadencia. Una de sus victimas fue el rey Ludwig de Bavaria, quien se sintió obligada a ayudar a Lola donde incluso luego de haber sido advertido de los peligros de un amorío con ella, no pudo resistir su aura y casi termina llevando a su pacifico país a la guerra civil. Y fue recién ahi cuando el rey termino ordenándole a Lola que se vaya de la corte, sin embargo solo un mes después de que ella se fuera, el Rey Ludwig se vio forzado a abandonar su trono.
Hay muchos hombres que sufrieron por asociarse con Lola Montez.
El Rey Ludwig dijo que se sintió «encantado» por Lola. Lola era del tipo de personalidad inestable, incurable y contagiosa. No quiere decir esto que solo las mujeres poseen estas características, sino que hay personas cuyas emociones son tan poderosas que contagian hasta la mismísima alma de la gente que toca.
- Causan su propio infortunio
- Tienen un pasado turbulento
- Vienen de una larga cadena de relaciones fallidas
- Tienen una carrera inestable
- Tienen una personalidad fuerte que te da vuelta y te hace perder la razón
- Tienen un deseo de destrucción y desestabilización y se sienten siempre insatisfechos.
- Observa el efecto que tienen en el mundo que los rodea
Que hacer cuando te encontrás con un infector
- No le discutas, esta es una de las formas en las que te atrapan.
- No intentes ayudarlos sin importar que digan
- No se lo pases a un amigo, solo vas a lograr que los atrapen a ellos
- Huí del infector o sufrí las consecuencias.
Aprende a temer el poder de la infección
El riesgo de asociarse con un infector es que vas a perder valioso tiempo y energía intentando liberarte. Ademas vas a terminar siendo culpable ante los demás por el mero hecho de asociarte con alguien así.
- Si sos avaro por naturaleza, asociate con los generosos y ellos te van a contagiar, aflojándote. Solo las almas generosas pueden atraer la grandeza.
- Si sos pesumbroso, acercate a los joviales.
- Si soles aislarte, forzate a ser amigo de un sociable.
- Nunca te asocies con quienes comparten tus defectos – solo van a reforzar todo lo que querés cambiar.
- Solo asociate con alguien buscando un resultado positivo.
Una regla para toda la vida…
Reconoce a los afortunados para poder escoger su compañía y a los desafortunados para poder evitarlos. El infortunio suele ser causado por la insensatez, y entre aquellos que lo sufren no existe malaria mas contagiosa. Nunca le abras tu puerta a los mas desafortunados porque, si lo haces, no serán los únicos, varios se sumarán a ese tren… no mueras por culpa de la miseria ajena. (Baltasar Gracian, 1601-1658)
Mucho mas importante que toda la terapia del mundo…
Una respuesta a “Ley 10 – Infección: evita a los perdedores y los desdichados”